lunes, 1 de marzo de 2010

Aclaracion de conceptos


(Este resumen fue presentado por Juan Diego Guerra. Se refiere a la discusión sostenida por el grupo, el día 26 de febrero, 2010).

¿Qué es el positivismo lógico? Es un movimiento de principios del siglo pasado entre cuyos representantes se hallaban austriacos. Es un movimiento que toma una postura positivista frente a la realidad y postula como esta puede representarse por el lenguaje. El lenguaje es válido si representa estados de cosas. Todo aquello que no representa estados de cosas es irracional.

Es una conclusión que viene de Hume y de Kant. Se llama positivismo porque solo el dato positivo, como está representado en la realidad, cuenta. La ciencia y el lenguaje matemático, es lo único capaz de ser afirmado con sentido.

Wittgenstein decía que de lo que no se puede hablar no se debe hablar. Popper es el gran destructor del positivismo lógico, dice que los criterios de verificación del positivismo lógico ni siquiera el propio positivismo lógico queda parado. No es suficientemente racional y llega a ser irracional.

Mises considera que el positivismo lógico es falaz. Mises se encontró con el positivismo lógico cuando refinó a Carl Menger. ¿Cómo se define el método de praxeología? Mejor dicho: ¿cuál es el método de la praxeología? Hay una relación entre metodología de conocimiento y la metodología de la acción.

Tiene una posición en contra del historicismo, positivismo y el empirismo. El empirismo no ofrece una alternativa al historicismo. No podemos verificar todo infinitamente porque no tenemos esa capacidad. Hay un proceso válido para la adquisición de conocimiento.

¿Qué distingue un postulado de un axioma? Un postulado es un enunciado arbitrario. Un axioma es una proposición que se toma como verdad sin necesidad de demostración y en cuyo proceso de demostración se acepta como verdadero. Un postulado tiene un carácter arbitrario, sin importar si coincide o no con la realidad. A partir del postulado se construye todo un sistema de pensamiento.  

No debemos proponer postulados cuando en realidad queremos proponer un axioma. Los axiomas son, los conozcas o no. Esencialismo aristotélicoà todos los objetos tienen esencia. La esencia es una característica sin la cual no sería el objeto. Mises hace una crítica del empirismo en las ciencias sociales porque no resuelve el problema de la inducción. Existe una diferencia entre el apriorismo clásico y el de Mises.

viernes, 26 de febrero de 2010

EN BÚSQUEDA DE “EL MÉTODO”

(Resumen de la discusión, preparado por Susette España)

Según avanzamos en la discusión hemos llegado a preguntas fundamentales, que de alguna manera, previo a estas discusiones sobre metodología dábamos por sentado y correctas. En nuestra búsqueda del método adecuado para el estudio de las ciencias sociales hemos de hacer una nueva revisión de nuestras premisas para poder concluir por qué la libertad llega a ser un valor supremo para quienes defendemos y promovemos este valor.

La interrogante que surge consiste en preguntarse si es posible desarrollar un método universal que sea aplicable a las llamadas ciencias sociales y naturales por igual. Mises nos dice que el problema en el estudio del hombre en el pasado ha sido por el uso de un método equivocado. El mayor error, según Mises, es el uso de un método que no considera al individuo como unidad básica de análisis sino el uso de colectivos a partir de los cuales no es posible extraer conclusiones válidas.

Esto nos lleva a una segunda interrogante, ¿es posible deducir leyes absolutas de la acción humana, tal como se hace en las ciencias duras? O analizando la pregunta desde otro ángulo, ¿podemos llegar a realizar inferencias válidas sobre el comportamiento humano al establecer que existe regularidad en los fenómenos sociales, y que dicha regularidad pueda ser descrita utilizando los principios de las ciencias naturales? Por ejemplo, si hablamos de la -libertad de acción-,  ¿podemos considerarla una ley absoluta? La respuesta a esta interrogante en particular nos la da Mises en su Acción Humana al explicar que sí existen leyes absolutas en las ciencias sociales. Este descubrimiento es precisamente el descubrimiento de la economía. Sin embargo, esto no significa que el método a través del cual identificamos dichas regularidades sea el mismo que el utilizado en las ciencias naturales.

Para llegar a estas leyes absolutas, partimos de los axiomas, verdades evidentes y que no requieren demostración. Y que los mismos intentos de refutarla conllevan a su validación, pues al querer negar que el hombre actúa, se está actuando. Sin embargo, ¿a partir de qué elementos establecemos un axioma?, ¿qué capacidad de explicación puede tener un axioma?, ¿cuáles son sus limitaciones?

Este grupo de interrogantes guía la discusión sobre qué es lo que describen los axiomas: ¿la realidad o aproximaciones a la realidad?, ¿al poder describir la realidad estamos en la capacidad de encontrar la verdad? , ¿la podemos encontrar a través de nuestros sentidos? La verdad se define como la conformidad entre la realidad y lo que pensamos. La realidad se define como todo aquello que existe. Esto lo podemos saber a través de nuestra percepción sensorial. Sin embargo, este proceso de búsqueda no sigue una trayectoria lineal sino un proceso de prueba-error donde “batallamos para entender la realidad”. Este proceso es el que estamos llevando a cabo en nuestra búsqueda de “el método”.

El poder responder a estas interrogantes nos lleva a una pregunta clave: ¿es posible encontrar la realidad en los fenómenos sociales? La respuesta parece ser que sí, y que esto fue justamente lo que hizo Mises: “que los seres humanos son entes teleológicos actuando de forma individual”. Seguimos en nuestra búsqueda para definir el método que nos permita llegar a esta conclusión a la que Mises llegó.

lunes, 8 de febrero de 2010

La desnaturalización de la ley


(Por Ricardo A. Rivera Chévez).

¿Qué diría Federico Bastiat, autor de "La ley", si viviera en Guatemala? Probablemente diría algo así: La despreciable propaganda demagógica de la que se intenta valer el gobierno bajo el eslogan “Que paguen mas los que tienen mas”, invocando pretextos de organización, protección, reglamentación y fomento, no hace otra cosa sino evidenciar que desde hace ya mucho tiempo se ha introducido en el sistema un principio funesto: la ley puede quitar a unos para dar subsidios a otros, escarbar en las riquezas adquiridas, por todas las clases, para enriquecer a una clase, hoy la de los agricultores, mañana la de los industriales, o los comerciantes, los artistas, los comediantes…

Y por supuesto, en todas las clases nace, con absoluta justificación, dados los antecedentes, la pretensión de manosear la ley para su provecho. Los pobres y los extremadamente pobres (no se cual es la diferencia) saben que cuando compran ron, tabaco, tortilla, sal, pagan impuestos, y una parte de estos impuestos, al amparo de la ley, es entregada en forma de subsidios o incentivos a gentes más afortunadas que ellos. Se manipula la ley para encarecer, artificialmente, el huevo, el pollo, la medicina.

Y puesto que cada clase explota la ley para provecho propio, es natural que ellos quieran explotarla también, presionan para organizar la limosna en gran escala, como retribución para su clase, de la misma manera que otros han organizado la protección (arancelaria) en gran escala, como retribución para la suya. ¿Cómo podemos refutar este argumento? Mientras se considere válido el principio según el cual la ley puede ser desviada de su verdadera misión, que puede violar las propiedades, en lugar de garantizarlas, cada clase se empeñará en participar de la función legislativa, ya sea para defenderse del robo legalizado, ya sea para robar legalmente en provecho propio.

La cuestión política siempre será perjudicial, dominante y absorbente. La gente se violentará frente a las puertas del Palacio Legislativo, y la violencia no será menos encarnizada en el interior de este. Para convencerse de ello, basta observar lo que sucede en la cámara legislativa de Guatemala.

En la legislación de un pueblo, el robo legalizado es una mancha oscura, y se impone borrarla de inmediato, sin prestar oídos a los clamores de los interesados. ¿Cómo hemos de reconocer esta mancha oscura? Es muy simple. Bastará examinar si la ley quita a unos lo que les pertenece, para entregar a otros lo que no les pertenece. Bastará preguntar si la ley ejecuta, para provecho de un ciudadano y en perjuicio de otro, un acto que el ciudadano no podría ejecutar a título personal sin cometer delito.

En tal caso, la ley examinada debe ser abrogada de inmediato, porque no solo es en sí misma inequidad, sino que, por añadidura, es manantial fecundo de inequidades. Una ley que se ajusta a esta descripción alimenta sus propias represalias. Si no se le pone remedio, el hecho aislado se extiende, se multiplica y se hace sistemático. Sin duda, el privilegiado se alzará en gritos cuando se vea confrontado a la abrogación de la ley que lo ha favorecido. Invocará sus derechos adquiridos. Dirá que es obligación del Estado proteger y fomentar su industria y que, al florecer esta, la nación será más prospera. Afirmara que esa nueva prosperidad caerá como lluvia benéfica, en forma de salarios sobre los pobres obreros. Guardémonos de escuchar estas mentiras.

El robo legalizado se sistematiza precisamente cuando se sistematizan tales argumentos… En realidad nada diferente no hubiera dicho nada diferente de lo que dijo hace más de 200 años.

Reflexiones en busca de un método

(Este aporte resume la discusión del viernes 5 de enero, entre los jovenes del CEES, redactado por Luis Barrueto, lo cual se agradece a nombre del grupo).


La discusión anterior tenía como propósito definir libertad, pero se hizo evidente establecer una metodología antes de iniciar esa tarea, un punto de partida. Para hacerlo, una de las primeras preguntas a contestar fue ¿por qué el método apriorístico de la escuela austríaca es mejor que sus contrapartes?
A partir de aquí, tomamos como principal contraparte el historicismo, cuyo defecto es que sólo estudia causas y efectos a lo largo del tiempo y tiene capacidad explicativa, pero de ninguna manera permite hacer predicción a futuro. Esto es porque no existen los estándares o patrones que subyacen a la evolución de la historia y que permitirían pronosticar el devenir histórico.
Con esto no quiere decirse que la historia es inútil, sino que simplemente es inefectiva como medio único para aproximarse a las ciencias sociales. En cualquier caso, cabe preguntarse si la historia es ciencia y para dar respuesta a esa pregunta, contestar primero qué es una ciencia.
La antinomia entre las ciencias de la naturaleza (aquellas de las que disponemos evidencia concreta) y las ciencias del espíritu (en su sentido más amplio y que hoy podríamos llamar ciencias humanas), es obra de William Dilthey y queda descartada porque su pretensión era establecer una ciencia “subjetiva” de las humanidades, que llamó Geisteswissenchaften. Precisamente esa es nuestra crítica al historicismo, que en tanto la labor de estudiar y escribir historia involucra (y definitivamente es así) la interpretación, el producto de la tarea del historiador es una selección arbitraria de hechos objetivos, que luego de pasar por un filtro que supone la interacción de la experiencia propia, es cualquier cosa menos “científica” y objetiva.
Por el contrario, nuestro propósito es establecer una metodología científica que nos permita explicar la realidad, esbozar una teoría que explique los principios bajo los cuales se rige un fenómeno social, sin importar nuestro juicio de valor y sin caer en el error de muchos filósofos, que en vez de hacer una tarea descriptiva, fue prescriptiva.
Karl Popper propuso un criterio de demarcación para establecer los límites entre lo que es ciencia y lo que no, que incluye típicamente el criterio falsacionista. Según esto, constatar una teoría implica plantear un contraejemplo que pueda refutarla. Si lo logra, la teoría se puede aceptar provisionalmente, aunque no queda verificada.
No es difícil encontrar contraargumentos a este criterio, especialmente estando tan familiarizados con el proceso de razonamiento inductivo, que va de lo específico y concreto a lo general y abstracto. Otro punto interesante de investigar es el presentado por Thomas Kuhn en “La estructura de las revoluciones científicas”, aunque eso atañe toda otra discusión.
Luego de citar en la discusión el siguiente fragmento de Huerta de Soto, concluimos que la historia es una disciplina respetable pero que no nos permite llegar a conclusiones a partir de su estudio:

“…De la historia no puede extraerse directamente teoría alguna, sino que, por el contrario, es preciso una teoría previa para interpretarla de manera adecuada...”

Además, incluso en ausencia de dicha teoría previa, diría Popper, nuestros prejuicios y supersticiones tomarían su lugar.

Ahora bien, y regresando a nuestro tema central, ¿cómo establecemos axiomas a priori antes de establecer un método o qué método empleamos para utilizarlo? ¿Cómo empezamos a aprender? ¿Puede un axioma ser lógico pero no coherente con la realidad? ¿Por qué preferimos el apriorismo por sobre la observación?
Para dar inicio a esa consecuente discusión, es necesario identificar qué parte de la realidad estamos tratando, ya que el método a emplear para describir cada parte de la realidad es distinto, como no se aplica lo mismo para explicar la ley de gravedad y las relaciones comerciales.

Nuestro objeto será la acción humana como aquello en lo que se asienta la variedad de las relaciones sociales. Una vez definido el fin, podemos comenzar a definir el método.

ECONOMÍA Y PRAXEOLOGÍA

(Aporte del círculo de lectura de Ludwig von Mises, La Accion Humana, redactado por Luciano Chew Cordero).


La economía es una nueva ciencia que vino a expandir el ya dividido viejo sistema de conocimiento.

Los pensadores no pudieron encontrar una respuesta a la pregunta de qué factores motivaban a los individuos actuantes a comportarse, de forma tal, que la meta buscada por la evolución inexorable de la mayoría fuese lograda, debido a que ellos estaban buscando con el método equivocado, el cual, de acuerdo a Mises es el siguiente: trataron a la humanidad como un todo y otros conceptos holísticos como nación, raza o iglesia.

Otros pensadores, trataron de diseñar la sociedad bajo la idea de que no había regularidad en las sociedades humanas y que por lo tanto podían ser planeadas. Cuando sus planes fallaron la moral fue la crítica y se pensó que era culpa de la humanidad, y no de los planeadores.

Hay ciertas reglas de acción que van más allá lo justo y lo injusto y son el objetivo real del científico que estudia el fenómeno humano y deben ser obedecidas si es que el hombre desea lograr sus cometidos.

La ciencia económica, sin embargo, se mantuvo limitada por las teorías de los economistas clásicos y su restricción de la materia al fenómeno del “mercado” y su teoría del valor. Esto vino a término, solamente con la moderna teoría subjetiva del valor, que vino a convertir la economía en una ciencia general de la acción humana.

La teoría general de la elección surgió de la teoria subjetiva del valor y vino a expandir el campo de acción de la ciencia de apenas unos cuantos fenómenos de “mercado” a todas las formas de acción humana, esto es, la praxeología, de la cual la economía no es sino una pequeña parte.

English Version

Mises is saying that economics is a new science that came to expand the already divided old learning field.

Thinkers could not find the answer to the question of what factors compelled the various acting individuals to behave in such a way that the goal aimed at by the whole’s inexorable evolution was attained, because they were using the wrong method, which Mises is portrays as follows: They dealt with humanity as a whole, and other holistic concepts like nation, race or church.

Other thinkers, tried to design society under the idea that there was no regularity in human societies, so that they could actually be planned. When their plan failed, morality arose, and they thought it was humanity’s fault, not the planner’s.

There are given rules of the action of man which go beyond just and unjust and are the real objective of the scientist that studies the human phenomena and must be obeyed, if man is to achieve it’s purpose.

The economic science, however, stayed limited by the theories of the classic economist and their restriction of their subject to the “market” phenomena, ant their theory of value. This came to an end only with modern subjective economy which converted economics into a general theory of human action.

The general theory of choice arose from the subjective theory of value and came to expand the field of action of the science from mere “market” phenomena to all forms of human action, that is, praxeology, of which economics isn’t but a small part.

martes, 2 de febrero de 2010

¿Qué es Libertad?

Resumen escrito por Ricardo Rivera Chevez. Contiene la discusión y debate de los viernes. Lunes 01/02/10

A través de la historia, la palabra libertad ha sido estandarte de tantas causas y en tan diversos contextos, que se ha vuelto una palabra tan amplia, que pareciera ser imposible la precisión de lo que se quiere decir cuando se emplea. Es por ello que la higiene semántica se hace necesaria para asegurarnos de significar, precisamente, lo que se quiere. Esto es muy importante, porque sobre las distintas maneras de entender “libertad” se derivan distintas teorías políticas que impactan la vida de todo ser humano que se desenvuelve en sociedad.

Es necesario afirmar que el concepto libertad, únicamente, es útil dentro de un contexto social, es decir, un naufrago sólo en una isla, probablemente, tiene necesidad de todo menos de concepto de libertad, ya que la libertad es un concepto útil en relación a otros seres humanos.

De esto se desprende, necesariamente, que la libertad no es un concepto físico o biológico, decir que hay ausencia de libertad por la natural imposibilidad física de un humano de volar es absurdo, del mismo modo que es ridículo, hablar de falta de libertad por no ser tan bien parecido o inteligente como el vecino. El concepto de libertad, únicamente, es pertinente cuando se trata del resultado de dos o más seres humanos interactuando.

Me atrevo a decir que en la actualidad, prevalece la idea de libertad como potencialidad, el poder de hacer. Sin duda alguna, este es un entendimiento que se presta a interpretaciones peligrosas, ya que sería entender que el ser humano solo es libre en la medida que puede hacer lo que otros pueden hacer. Sería decir que, en la medida que todos poseen igual potencialidad hay libertad. Entonces, la diferencia de la potencialidad entre uno y otro individuo, significaría ausencia de libertad para aquel que no puede como el que más puede.

Esta es la idea de libertad que madura en los últimos siglos, para, finalmente, parir el modelo del Estado benefactor. De aquí se desprende la idea de un Estado que tiene como misión potenciar a los individuos para que pueden hacer ni más ni menos de lo que todos pueden. Si para ello, hay que valerse de la expoliación y redistribución de la riqueza, el fin de una sociedad libre lo justifica.

Este es un concepto equivocado que va de la mano con una idea de libertad sin responsabilidad. Se es libre, cuando se hace lo que esta permitido, o se es libre cuando se acepta el papel tutelar del Estado. Si la libertad es producto de las reglas diseñadas por una autoridad central, seria reducida entonces a una concesión, una licencia un permiso.

Viviríamos porque el Estado nos permite vivir, comerciaríamos porque el Estado nos lo autoriza, tendríamos casa mas no hogar porque no sería nuestra propiedad sino una concesión estatal, así es como se vive en una sociedad donde no hay derecho sino permiso, en una sociedad donde la libertad y su alcance está sujeta a la administración Estatal.

Por último está el concepto de libertad negativa como la define F.A. Hayek “ausencia de coacción arbitraria”, esta idea entiende que la libertad es la capacidad de actuar del individuo, dentro de la esfera social, sin más limitación que el derecho ajeno. La libertad, entonces, sería el simple respeto al prójimo. De este concepto, surge la idea de la “minarquia”, un Estado reducido, cuyas funciones se limiten únicamente a garantizar los derechos individuales y las leyes generales abstractas e impersonales, sin poder de otorgar privilegios jurídicos, económicos o sociales a nadie.

De esta misma idea de libertad, parte la idea de la anarquía, como única forma de cooperación social ética, ya que el Estado representa el monopolio de la fuerza, la violencia sistematizada en contra de la actividad creativa del ser humano. Anarquía, es la creencia en que cualquier forma de gobierno que detente un monopolio de la fuerza, interfiere, injustamente, con la libertad individual y por tanto no puede ser ético y ha de ser reemplazado por sistemas competitivos de cooperación voluntaria.

Sostengo entonces que nuestro entendimiento de lo que es la libertad tiene implicaciones personales respecto de nuestra visión política. Invito al lector a cuestionar sus propios paradigmas respecto de lo que significa libertad.

miércoles, 27 de enero de 2010

Bienvenidos al debate

Queridos amigos lectores, bienvenidos al debate serio y concienzudo. Las jornadas de reflexión y discusión son tarea formativa ineludible de todo pensador. De modo que, no podemos construir un equipo de pensamiento serio, sin promover el debate y la reflexión.

No importa cuan claro tengan otros las ideas, aquellos que queremos aprender más, debemos arribar a esas respuestas de manera personal. Sólo así, podremos enseñarlas a otros y sabremos defenderlas con la fuerza que el pensamiento de la libertad debe tener.

Esta página es creada por los jóvenes asociados al Centro de Estudios Económicos y Sociales, su contenido emana de los debate entre los jóvenes y su propósito es promover las ideas de la libertad entre las nuevas generaciones de guatemaltecos. Bienvenidos al debate de la juventud del CEES.